El futbolista de General
Cabrera Julio Buffarini fue pieza clave en el triunfo de San Lorenzo en un
partido que le dio vuelta a Independiente cuando iba ganando.
San Lorenzo se llevó una gran
alegría en el clásico de las necesidades. En e Nuevo Gasómetro se lo dio vuelta
a Independiente y consiguió una victoria clave en la pelea por evitar el
descenso ante un rival directo. Fue 2-1 para el equipo de Juan Antonio Pizzi,
que ya lleva tres victorias seguidas y cuatro en cinco fechas.
Independiente, con la soga
más apretada al cuello que su rival, comenzó de la mejor manera el clásico de
las urgencias. A los 8 minutos, Osmar Ferreyra tuvo su chance con un tiro libre
y la mandó a guardar. Con la zurda la levantó por encima de la barrera y, pese
al esfuerzo de Pablo Migliore, puso el 1-0 cuando la pelota se metió pegada al
palo.
Pero la respuesta de San
Lorenzo no tardó en llegar. A los 16, una mala salida de Hilario Navarro, tras
un rebote en el travesaño y un cabezazo de Denis Stracqualursi, dejó solo
frente al arco a Nicolás Bianchi Arce, quien también puso la cabeza y marcó el
1-1.
Ese gol cambió la ecuación
del partido. San Lorenzo pasó a dominar la pelota y a complicar cada vez más al
equipo de Gallego, que llegaba en zona de descenso con la ilusión de salir de
ese lugar y quedar a tiro de su rival de esta tarde.
Y en el comienzo del segundo
tiempo, el marcador iba a tener un nuevo dominador. Alan Ruiz, refuerzo para
este campeonato, sacó un remate desde muy lejos y la pelota, que tomó dirección
hacia el primer palo, se metió en el arco tras un toque en la mano de Navarro,
de floja actuación.
Así San Lorenzo pasó el
frente y a partir de ese gol se dedicó a trabajar para mantener el resultado.
Es más, de contra generó más peligro que Independiente con la obligación de
sumar. Ni siquiera la expulsión de Prósperi le sirvió al conjunto rojo, porque
un ratito después, también se fue de la cancha Julián Velázquez.
De esa manera, el Ciclón
estiró a 11 unidades la diferencia con Independiente en la tabla de los
promedios, pese a que el Rojo debe un partido ante Tigre. Los de Gallego siguen
hundidos y parecen no depender de sí mismos para salir de la zona peligrosa en
lo que queda de este 2012.
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